La evolución del hombre
ha sido impactada en los últimos años, si se quiere en forma súbita, en
relación con otros sucesos de la historia. Se diría entonces, que los seres
humanos en un abrir y cerrar de ojos, han cambiado sus actividades y rutinas de
vida, en todo ámbito y contexto, tanto en lo personal como en lo laboral.
En lo personal el hombre actual cuenta con una serie de
implementos tecnológicos para efectuar sus tareas diarias por cotidianas que
sean. Las tareas de comunicación, cuentan con elementos que facilitan y cambian
la forma de hacerlo, como los teléfonos celulares, cuyo uso ocasiona que
incluso sea innecesario el traslado físico. Igualmente, el hombre en las
sociedades actuales, se ha visto obligado a participar en un proceso de
asimilación y acomodación de conocimientos tecnológicos que determinan su capacidad
para la supervivencia en los nuevos esquemas de vida.
Igualmente, en el plano laboral el cambio en los patrones, exige
que el empleado tenga una nueva visión al respecto de la forma de ejecutar las
actividades laborales, para lo cual requiere iniciar un proceso de cambio que
parte desde la manera de percibir el mundo que le rodea, asumiendo que existe
un mundo "paralelo" o "virtual".
Las organizaciones empresariales presentan un marcado interés en
la formación del empleado orientado hacia el desarrollo del teletrabajo. Este
interés es equivalente al desconocimiento de sus elementos y bondades, por lo
que su impacto aun se considera difícil de medir, debido a la incipiente etapa
de implantación en el contexto empresarial en algunos países, sin embargo, existen
sociedades en las que la acogida del teletrabajo ha significado un ejemplo
claro de cambio y progreso, partiendo de la inclusión de las tecnologías de
información desde la base de la educación y la formación y capacitación del
empleado.
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